Lilypie Esperando Ticker
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5/6/08

El jardín de las mujeres

Cuando empecé a leer el libro que viaja conmigo en el bolso últimamente, no pensé que lo acabaría. Tras las cuatro primeras páginas pensé que era un aburrimiento absoluto, y que no me apetecía perder el tiempo con él.
Si un libro no me cautiva en 20 páginas lo dejo. No me sabe mal. Puede que al cabo de un tiempo, quizá unos meses, o unos años incluso, lo vuelva a coger y entonces sí que me apetezca; o puede que jamás de los jamases quiera leerlo, y se quede en la estantería, cerrado, para siempre.
Como sólo llevaba cuatro páginas cuando me cansé, decidí darle una oportunidad, al menos, para no ser imparcial, hasta la página veinte. Y aquí estoy, enganchada a él, y sintiendo no tener más tiempo para dedicarle.
He encontrado una plaza cerca de la oficina - no es que no supiera que existía, simplemente que no había caído en ella - en la que hay cuatro banquitos soleados a la hora en que suelo salir a almorzar. Así que en ella me paso la media hora de almuerzo cada mañana. La plaza, el banco, el sol, mi zumo, mi libro, y yo.
Ayer leí un fragmento que me encantó, y que paso a transcribir.

"(...) Así fue como aprendimos. Sostuve el tenedor boca abajo y apilé sobre él la comida (...).
Fue la primera vez que vi cómo los europeos optan a menudo por hacer las cosas de la manera más complicada. Las monjas preferían llevar los libros bajo el brazo y no sobre la cabeza, de modo que siempre teníamos que correr delante de ellas para abrirles las puertas. Una vez, en la ciudad, vi a una blanca que empujaba un carrito con su bebé dentro. Sudaba y echaba pestes, las ruedas no dejaban de tropezar con raíces y baches (...) Y las otras mujeres, con sus hijos en la espalda, se pararon a observarla.
(...) Sor Eadie dijo que los niños crecen con las piernas arqueadas cuando se llevan a la espalda. Pero jamás creí que eso fuera cierto, porque yo las tenía rectas."


El jardín de las mujeres Aminatta Forna
(Extracto de Mariama, 1942 "Kassila, el dios del mar")
Salud,
Nür

6 comentarios:

Celestina dijo...

Anda,
qué chulo!!
besotes!

Kinshasa dijo...

muy bueno lo de llevar las cosas en la cabeza!! leere este libro!
besotes
Teresa

Toñy dijo...

Me apunto el título del libro para leerlo, por supuesto.
Si me permites una recomendación: Pura Vida, de Mendilucce

Lo dejo caer...

salu2

patri dijo...

Tiene muy buena pinta...apuntado queda.
Pues yo,como soy muy cabezota, me resisto a dejar un libro sin leer. Así que, aunque no me enganche, leo más páginas para darle la oportunidad. Lo malo es que a veces me lo termino y ni fu ni fa. Pero al menos ya sé que no lo volveré a leer. De la otra forma,me quedaría la duda...y si en algún momento se pone interesante...??jeje
Besitos guapa

Corpi dijo...

Això sol passar, comences un llibre i veus que no el vas a acabar, però tira, aguantarem un poc més, i sense saber com ni per què, t'enganxes a ell i allà va. Que el disfrutes.

Moder dijo...

:-) también creo que hay momentos en que un libro no te pasa ni de broma, pero si lo dejas y vuelves después, a veces ya lo aceptas y acaba por gustarte.