
No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites, estaré allí.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte
y a ayudarte si me lo pides.
No puedo impedir que te alejes de mí.
Pero si puedo desearte lo mejor
y esperar a que vuelvas.
No puedo trazarte límites
dentro de los cuales debas actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos
cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo
y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
Jorge Luís Borges
Mariajo, de Nacido en Etiopía, me hace entrega de este premio a la amistad y se lo agradezco enormemente porque aunque no soy de premios (bla,bla,bla) este me ha llegado en un momento en que me hacía mucha falta.
Y, como siempre, la dura tarea de hacer entrega del mismo a tres personas... y ¡ay! ¡qué compromiso! si a todos los que me leeis y os leo os considero amigos...¿ahora qué? Bueno, por una vez, y para que el premio no caiga en el olvido, haré entrega a tres personas, pero que conste que creo que todos lo mereceis, ¿eh?.
Paso el premio de la amistad a
Ira y Mikhon, que aunque son dos, cuentan como uno, y tienen tres gatos como tres soles; y a mi los gatos me encantan y... eso, el premio para ellos; a
Nus, que no tiene gatos, pero tiene una mente privilegiada que me fascina, y además sé que este premio no le pega nada ni a ella ni a su blog :D; y por último pero no la menos importante, a
Bego por ser como es y escribir como escribe, que me encanta.
Salud,
Nür